10 claves para conducir con viento

By 2 febrero, 2023Conducir
conducir con viento

Con la llegada del invierno no solo hay que tener cuidado con la lluvia, la nieve y el hielo, hay otros riesgos meteorológicos al volante, como por ejemplo, conducir con viento. Cuando la velocidad del viento alcanza cifras amenazadoras (a partir de 70 km/hora) es recomendable seguir unas normas básicas.

 

No coger el coche.

Para empezar, el consejo que elimina todos los demás: consulta la previsión del tiempo y valora si es imprescindible coger el coche. No solo porque es peligroso, sino, además, porque consumirás más combustible.

Averigua cuál es la dirección del viento

En caso de que no te quede más remedio que coger el volante, a la hora de conducir con viento, detectar su dirección es fundamental para poder reaccionar con tiempo y acierto. En muchas ocasiones es muy sencillo averiguar hacia dónde corre el viento, es tan sencillo como mirar el entorno y ver hacia dónde se mueven las hojas de los árboles, o los conos de viento que se encuentran en muchas carreteras para precisamente indicar la dirección del viento. Sin embargo, en determinadas ocasiones el entorno está desértico y no es tan fácil averiguarlo. Así pues, si percibes que te cuesta avanzar más de lo habitual, significa que el viento va de frente. Si, por el contrario, el coche se impulsa más, va de cola.

Por otra parte, el viento lateral es más peligroso y el que puede hacerte perder el control del coche. Sin embargo, el más peligroso es el viento racheado, ya que afecta constantemente a la estabilidad del vehículo.

cono de viento

Cono de viento

Reduce la velocidad y utiliza marchas cortas

Además de reducir la velocidad, tendrás que aumentar la precaución. Por otro lado, mete marchas cortas para tener mejor agarre a la carretera, así, la reacción ante una ráfaga fuerte será mucho más fácil. Así mismo, para conducir con viento se recomienda tener el coche revolucionado, porque la capacidad para controlar el coche aumenta.

Ve firme, agarra bien el volante.

Del mismo modo, agarra el volante con fuerza para no dar bandazos en el momento en el que la dirección del viento cambie o sople más bruscamente en un punto determinado. Igualmente, haz los movimientos más suaves posibles, tratando de corregir el empuje del viento con la dirección del propio volante.

Circula por el centro del carril

Es importante que a la hora de conducir con viento te coloques en el centro del carril y vigiles el empuje del viento lateral. De la misma manera, pon especial atención a las carreteras secundarias, ya que son notablemente más estrechas.

Pon precaución al adelantar

Es más, a la hora de realizar un adelantamiento, el viento puede complicarlo. Si va de frente, el viento frenará considerablemente la velocidad tras salir de la protección del coche que lo precede. Por ello, tendrás que valorar el adelantar teniendo en cuenta que el tiempo de realizar la maniobra será mayor que el habitual.

Por otra parte, el adelantamiento es más complejo cuando el viento sopla lateralmente. Si la ráfaga va por la derecha, el empuje desaparece al ponerse a la altura del coche, y, como previamente estabas corrigiendo la dirección con el volante, corres en riesgo de pegarte en exceso a él, como si te absorbiera.

Por el contrario, si al conducir con viento este sopla por la izquierda, te empujará hacia el vehículo que estés tratando de adelantar.

Cuidado con los túneles y los puentes

Es cierto que. al entrar en un túnel, estás mucho más protegido, por lo que la fuerza del viento apenas de afecta. Sin embargo, el peligro está al salir de él, dado que muchas veces no te das cuenta, y no sabes si en ese punto de la carretera el viento es mayor o ha cambiado de dirección.

También en los puentes hay que extremar la precaución, ya que el vehículo se encuentra más expuesto, y las corrientes de aire suelen ser más inesperadas.

Entrada de túnel

 

Muestra atención a los obstáculos

Cuando el temporal es catastrófico, las consecuencias son desastrosas. Por ejemplo, árboles caídos, arena y tierra en la carretera, basura volando… Debido a todo ello, el coche puede perder adherencia con el asfalto o provocar un accidente. Así pues, al conducir con viento, ve atento a todo tu entorno.

Revisa y cuida tus neumáticos

Las ruedas de tu coche siempre tienen que estar en buen estado. Pero aún más en situaciones meteorológicas adversas, ya que es lo que te sujeta a la carretera. Antes de salir, comprueba la presión y profundidad del dibujo de todos los neumáticos.