La carrera de la muerte de 1903

By 5 mayo, 2023Historia

La historia de la carrera

La carrera de la muerte de 1903, también conocida como la París-Madrid, fue una carrera de automóviles que tuvo lugar en mayo de 1903 y se convirtió en una de las carreras más peligrosas y mortales de la historia del automovilismo.

La carrera comenzó en el Jardín de las Tullerías en París. Más de 200 conductores y sus vehículos, incluyendo automóviles, motocicletas y triciclos, participaron en la carrera.

Desde el comienzo de la carrera, los conductores tuvieron que enfrentar una serie de desafíos peligrosos. El terreno montañoso y sin pavimentar, así como las condiciones climáticas adversas, hicieron que la carrera fuera especialmente difícil. Además, los participantes tuvieron que lidiar con más de 30.000 espectadores que se aglomeraban en las carreteras, lo que dificultaba la conducción y aumentaba el riesgo de accidentes.

El primer día de la carrera, el conductor René de Knyff logró liderar el pelotón y llegar a Bordeaux en la cabeza. Sin embargo, el segundo día de la carrera fue caótico a nivel general. Y es que, muchos de los conductores no estaban preparados para las difíciles condiciones de la carretera y se estrellaron en las curvas cerradas y peligrosas.

Uno de los accidentes más graves ocurrió cerca de la ciudad de Angoulême, donde Marcel Renault, uno de los fundadores de la marca de automóviles Renault, se estrelló y murió y día siguiente a causa de las graves lesiones. Este trágico evento sacudió a la comunidad automovilística y se convirtió en una señal de alerta sobre la peligrosidad de las carreras de automóviles. De hecho, su hermano, Louis Renault, se enteró del trágico accidente de su hermano al llegar a la meta en segundo lugar.

A pesar de los accidentes y las tragedias, la carrera continuó. Sin embargo, la situación se agravó aún más cuando se llegó a la ciudad de Burdeos. El caos y la tragedia finalmente obligaron a las autoridades francesas a cancelar la carrera después de solo dos días de competición.

Se estima que entre 8 y 12 personas murieron en la carrera y en sus preparativos. Y, aunque no parezca un dato escandaloso, más de 100 personas resultaron heridas o mutiladas. De hecho, solo 99 de los 232 participantes llegaron a la meta de Burdeos. Además de Marcel Renault, otros conductores notables que perdieron la vida en la carrera incluyen a Fernand Gabriel, Camille Jenatzy y Marcel Desprez.

Este desafortunado evento llevó a una mayor regulación de las carreras de automóviles y a la creación de leyes y normativas más estrictas para garantizar la seguridad de los conductores y espectadores en eventos futuros. La carrera de la muerte de 1903 se convirtió en un recordatorio sombrío de los peligros de las carreras de automóviles y llevó a cambios significativos en el deporte que persisten hasta el día de hoy.

 

¿Por qué hubo tantos accidentes?

La carrera París-Madrid de 1903 fue un evento que quedó en la historia como uno de los más trágicos. La lista de factores que contribuyeron a la catástrofe es larga y variada. En primer lugar, los coches eran mucho más veloces de lo que se pensaba, y los organizadores no los separaron en categorías en la salida. Esto significaba que los adelantamientos eran frecuentes y peligrosos, lo que aumentaba el riesgo de colisiones.

Además, el recorrido estaba lleno de obstáculos, como público, animales, pueblos y ciudades, lo que dificultaba la conducción a alta velocidad. La falta de comisarios y personal de seguridad para velar por la seguridad de los corredores y espectadores también fue un problema importante. Además, el polvo que se levantaba de las carreteras secas reducía la visibilidad y aumentaba el riesgo de atropellos y colisiones.

La inexperiencia también fue un factor crucial. El público no estaba acostumbrado a ver coches a esa velocidad y no fue consciente del peligro. Los organizadores no tuvieron en cuenta factores que no se imaginaban que pudieran suceder, y las autoridades no sabían lo que permitían al permitir una carrera en carreteras abiertas.